En esta segunda sesión trabajamos principalmente la expresión oral como eje de la actividad. Junto a esto, también fomentamos la expresión corporal y empatía.
En esta sesión estuvimos tres profesores guiando la actividad: Seño Marixu, Seño Rocío y Profe José María.
Nada más llegar a clase, hicimos un nuevo recordatorio de la anterior sesión para que los alumnos fuesen interiorizando el motivo de este programa y el porqué de las actividades que estamos realizando. Poco a poco van asumiendo la importancia de las habilidades sociales y cómo mejorarlas. A continuación, bajamos al patio, a la zona de las columnas.
Allí, formamos un gran círculo y le dijimos que a continuación íbamos a poner una canción (teníamos los altavoces en el patio) y que tenían que bailar. Cuando parásemos la canción, todos deberían quedarse quietos sin moverse. El último en quedarse quieto, sería el primero en comenzar la actividad.
Una vez realizado esto, sacábamos al medio del círculo al alumno/a que le tocase y tendría que decir en voz alta lo siguiente: ‘’He ido a……..y he…….’’. Como ejemplo les poníamos a los alumnos: ‘’He ido a la peluquería, y me he cortado el pelo’’. Todos los compañeros debían permanecer callados y en estatuas mientras el alumno/a del medio decía su frase. La primera parte de la frase hacía referencia a ir a un sitio, la segunda parte hacía referencia a una acción.
Cuando dijese la acción, el alumno de en medio, tenía que hacer con gestos a la misma vez que lo hablaba esa acción. Por ejemplo, si ‘’he ido a la peluquería y me he cortado el pelo’’, al decir lo segundo, hace con gestos como si se estuviese cortando el pelo. A continuación todo el resto de compañeros tendría que imitarla como si fuesen unos espejos.
Fomentando así la atención auditiva y la empatía en el resto de compañeros mientras que el alumno/a que se encuentra en medio fomentará su expresión corporal y sobre todo oral, en la que se les dieron las pautas de hablar claro, alto, vocalizando y para todo el público (como era un circulo, tenían que girarse al hablar para dirigirse a todos).
Cada vez que empezara a sonar la música, el alumno/a de en medio, volvería a su sitio y todos comenzarían a bailar, produciéndose así una nueva ronda de acciones. Cuando parara la música, salía un nuevo alumno/a al medio y hacía la actividad. Cada uno tenía que inventar su propia frase. Aquellos alumnos que les costaba hablar en público por vergüenza o lo hacían muy bajito, o con imperfecciones, supieron muy bien afrontarlas y superarlas, consiguiendo así los objetivos de la sesión.
Como siempre, a continuación le dejamos una selección de las mejores fotos de la sesión:
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